Blog de ciudades en España
Granada es una mezcla de Oriente y Occidente, ciudad de sultanes y reyes, majestuosa y ecléctica. Aquí es donde comenzamos nuestro viaje por Andalucía, con el postre, por así decirlo.
1. Al decir Granada, nos referimos a la Alhambra. Un conjunto de palacios y jardines declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO corona la ciudad. Ir de sala en sala, de patio en patio, y quedarse boquiabierto cada vez. Contemplar los detalles de los estucos moriscos y las tallas de piedra, los mosaicos de colores, las fuentes de mármol, los árboles exquisitamente recortados.
2. Visitar la gigantesca y luminosa catedral, mezcla de barroco, renacimiento y gótico. En la Capilla Real rinda homenaje a la pareja real enterrada aquí, Fernando e Isabel. Bajo su reinado, Colón descubrió América, terminó la Reconquista y España se unió.
3. Aprovisiónese de té a granel y especias en las tiendas árabes situadas frente a la catedral. Compre souvenirs en las Bib Ramblas.
4. Almorzar con un plato de jamón cortado en finas lonchas. 5. Degustar un inesperado y delicioso caldo de Jerez. Tómate un Rioja o una sangría helada para regarlo. Es imposible mantenerse completamente sobrio en Andalucía.
5. Piérdase por los laberintos del Albacín, el antiguo barrio árabe. Siéntase como en una máquina del tiempo, como si nada hubiera cambiado en siglos: los muros exteriores encalados de las casas, las aceras de piedra. Puede subir al mirador de San Nicolás, que ofrece la mejor vista de la Alhambra.
6. Pide unos tés y dulces orientales para tu compañía y que te los sirvan en una bandeja de metal tallado en una tetería marroquí de la estrecha calle Calderería Nueva. Estire las piernas tras un largo paseo y saboree lentamente una bebida aromática.
7. Era una extraña procesión religiosa de gente disfrazada y con caras muy serias que se extendía cientos de metros. Resultó que celebraban el aniversario de la estatua de la Virgen María de la Misericordia.
8. Pruebe los característicos pasteles piononos de la ciudad: cilindros de bizcocho húmedo y empapado en almíbar cubiertos de nata o chocolate.
9. Acérquese a la Cartuja, acabada en mármol de colores locos, como si una magdalena de vainilla hubiera sido bañada en chocolate. Y a San Jerónimo (en la foto): al principio piensas que es otro monasterio cualquiera con un patio cuadrado y naranjos, de los que hay cientos en España. Pero al entrar te das cuenta enseguida de que no has venido en vano: los murales son impresionantes.
10. Dedique al menos tres horas a visitar el Museo de las Ciencias. Explore la estructura del cuerpo humano, vea nacer mariposas gigantes de sus pupas, mida su peso en la Luna y en Marte, súbase a la «sala de los terremotos» o al simulador de coches al revés.
Un dato práctico importante: las entradas a la Alhambra deben reservarse con antelación. De lo contrario, se arriesga a pasar horas haciendo cola en las taquillas sin garantía de poder entrar, ya que el número de entradas por día es limitado. Se pueden reservar con tres meses de antelación.
Y.